Dicen las malas lenguas que la elección interna de Morena para elegir a su candidato presidencial vino a cambiar el panorama en Michoacán para elegir candidatos en el próximo proceso electoral.
Ejemplo de ello es la elección para su candidato al senado de la República antes del proceso morenista, es decir, apenas hace dos semanas el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña se colocaba entre las preferencias ciudadanas rumbo al proceso electoral 2024, para ser candidato al Senado de la República.
De acuerdo con datos de varias casas encuestadoras sobre las preferencias y la intención del voto para el Senado de la República, el responsable de la política interna se colocaba con el 57% de las preferencias en Michoacán.
Ahora con la elección de Claudia Sheinbaum otro grupo político en la entidad se fortaleció y se dice que como pago a la lealtad hacia la ex jefa de gobierno, podrían recibir como regalo la candidatura al senado disfrazándolo como un candidato de unidad, tal y como ocurría hace años en otros procesos internos de la izquierda.
Se dice que hace semanas nadie se atrevía a hacer públicas sus intenciones a favor de Sheinbaum por temor a quedar mal con los representantes de Adán Augusto o Marcelo Ebrard. Ahora que la ganadora fue Claudia muchos ya hicieron oficiales sus intenciones para contender por el puesto cuando hace meses dijeron no tener intenciones.
Es conocido que así son los juegos del poder, el triunfo o la derrota de un equipo político puede cambiar por completo el panorama del reparto o elección de candidatos.
Los políticos mexicanos deberían de entender para no fallas la vieja frase que dice ama a todos, confía en unos pocos, no le hagas mal a ninguno.
Ni modo ya los mordió la viborita feliz…